Es probable que las personas de todas las edades, razas y estatus socioeconómico experimenten un trauma en algún momento de sus vidas. Si bien a menudo pensamos que el trauma está asociado con la violencia, también podría referirse a desastres naturales, pérdidas personales y otros eventos que cambian la vida. Es importante comprender la diferencia entre los factores estresantes ocasionales y cotidianos y las experiencias significativas con el potencial de impactos negativos duraderos.
Aunque la experiencia del trauma de un individuo es única, la exposición al trauma está relacionada con un mayor riesgo de problemas de salud física y mental a lo largo de la vida. El trauma durante la niñez puede tener impactos especialmente significativos porque ocurren mientras el cerebro, el cuerpo, la psicología y las relaciones sociales están en desarrollo. La capacidad de recuperarse de un trauma depende de las fortalezas, la capacidad de recuperación y un entorno solidario y de apoyo. Para algunos, es posible que se necesite asesoramiento u otro tratamiento profesional para sanar.